diciembre 08, 2015

Un niño llamado Mohamed

Tal vez tengo una deformación periodística, pero mientras en un salón tenía la oportunidad de entrevistar a hombres combatientes en la guerra de Siria, preferí visitar a un niño de 8 años llamado Mohamed, una víctima inocente.
Como padre y no como periodista decidí no entrevistarlo ni hacerle fotografías, solo quedarme unos minutos cerca, tratando de explicar en mi cabeza el duro impacto de la guerra.
Mientras, Mohamed me miraba, tal vez preguntándose a si mismo, quién era ese flaco que hablaba con la enfermera una lengua desconocida.
A su corta edad llegó al Hospital Ziv Medical Center de Zefat, al norte de Israel, a unos 30 kilómetros de la frontera con Siria gravemente herido únicamente acompañado por su abuela.
Este niño, igual que muchos niños y niñas que han llegado heridos hasta el hospital Ziv (17 % de los ingresado de la guerra de Siria son menores de edad), no es culpable de las diferencias que rodean a los adultos y las razones -políticas, económicas, culturales o religiosas- que los tienen en guerra.
Mohamed es uno de los más de 1500 sirios que han sido atendidos por los servicios gratuitos y humanitarios de salud pública de Israel y, particularmente acá en el Hospital Ziv, uno de los cerca de 600 que han sido atendidos desde el 2011, cuando inició el conflicto, a la fecha.
Casos como estos son atendidos diariamente por el doctor Alejandro Roisentul y su equipo, según lo comento durante una entrevista hoy en la mañana. Para ello, el Gobierno Israelí ha destinado tal vez 5 millones de dólares.
Ese centro médico, además de atender a unas 250 personas de los alrededores del desierto, recibe a los heridos del conflicto Sirio, los cuales son dejados en la frontera y trasladados al hospital.
El ingreso de los heridos a las salas de emergencias ocurre sin importar el grupo al que pertenecen, religión, nacionalidad, edad o sexo. "No tomamos partido político ni diferenciamos entre buenos y malos", comentó.
Mohamed se recuperará de sus graves heridas, pero nunca de la guerra que todavía continuará. Sigamos entonces, sin desmayo, abogando por la paz.
#williamenisrael