Honduras: No ha fracasado el diálogo
Los únicos, urgentes e importantes esfuerzos del Presidente de la República y Premio Nobel de la Paz, Dr. Oscar Arias Sánchez, por llevar a la dividida hermana República de Honduras a un acuerdo de paz no han fracasado.
Se debe tener en cuenta que únicamente se han tenidos dos sesiones de trabajo con las comisiones de negociación y que, pese al positivismo que podemos tener para una pronta solución, zanjar las diferencias entre los beligerantes grupos requerirá de un esfuerzo combinado de fe, paciencia, astucia, poder de convencimiento, habilidad de negociación, disuasión por parte de la diplomacia internacional, claridad de las ideas, fortaleza y sabiduría del negociador principal.
El primer paso para iniciar la búsqueda de un acuerdo en Honduras vino de la comunidad internacional, quien encontró en el Premio Nobel un experimentado promotor de la paz y un garante de alto nivel en la propia Centroamérica que fuera aceptado por la Organización de Estados Americanos, el Gobierno de los Estados Unidos, así como para otras fuerzas de América Latina.
El segundo paso fue ver en nuestro suelo un territorio propicio para iniciar el diálogo dado el respeto que profesamos al estado de derecho y al derecho internacional. Este es un asunto medular de nuestra identidad que se confirma con una democracia centenaria, un sistema de respeto del ordenamiento jurídico y los derechos humanos, de solidaridad internacional, de no violencia y de promoción de la paz.
Muy acorde con lo anterior, el país puso a un lado sus intereses en asuntos meramente domésticos para privilegiar ese sentido de solidaridad que nos caracteriza, la vocación de coadyuvar a la paz regional y la solución conjunta de problemas económicos, sociales y políticos.
Los esfuerzos de la diplomacia y del Dr. Arias tienen en común el principio de que el problema se resuelve solo si las partes están anuentes a entrar en una plática en donde los intereses sectarios estén por debajo del interés común. En eso coincide el vocero del Gobierno de los Estados Unidos Rob McInturff al decir que “esto tiene que ser una solución de los hondureños para Honduras”.
Ahora les toca a los hondureños tomarse el tiempo, sopesar lo bueno y lo malo de sus actos. Deben ponderar sus intereses a la propuesta de siete puntos presentada por el Dr. Arias a fin de abrir el espacio necesario a una verdadera negociación. Si bien para algunos el camino recorrido no ha mostrado frutos, lo cierto es que mientras estén abiertas las puertas del diálogo propositivo y constructivo, mientras exista un ánimo de reconciliación y unidad, los hondureños estarán cada vez más cerca de la solución a sus crisis política e institucional.
El pesimismo no puede apoderarse de quienes estamos pendientes de las gestiones de paz. Conocemos las capacidades del Dr. Arias cuando de trabajar por la paz y el desarme mundial se trata y por ello sabemos que las horas y gestiones emprendidas no tendrán más resultado, mañana o en unos días, que la vuelta a la democracia.
Por eso veo una profunda claridad en la posición del Dr. Arias quien expresó: “Mi conciencia me dice que no puedo renunciar a seguir trabajando…”. Esa es una señal de optimismo y de evaluación racional y objetiva que no podemos perder de vista.